2016/09/26

Condiciones objetivas

Existe una tradición marxista que lejos de privilegiar el análisis materialista de la sociedad se encierra en profetizar un estrepitoso derrumbe del capitalismo y el ascenso revolucionario del proletariado. “Toda la trayectoria de desarrollo del modo de producción capitalista de producción y de la lucha de clases en la sociedad burguesa conduce inevitablemente al cambio revolucionario del capitalismo por el socialismo” reza el Manual de Economía de la URSS. Este planteo se sostiene en la premisa de que el desarrollo de las fuerzas productivas crea la base material para el cambio de sociedad.  Aunque paradójico ninguna revolución se sostuvo sobre una base desarrollada, fueron las mismas revoluciones las que produjeron desarrollo. De todas formas lo que se intentará mostrar es que la base actual del capitalismo a nivel global, lejos de conducir objetivamente a una sociedad de tipo socialista hoy pareciera acercarse más a un futuro distópico.

Advertir que el cambio revolucionario puede ser una obra de extrema complejidad, algo suficientemente inasible y que también podría no ser, es muy mal visto y considerado por todos aquellos que hacen de la Revolución un dogma. No es imposible ya hubo experiencias revolucionarias e intentos bastante aproximados que muestran su posibilidad. Lo que no hay es una fuerza de tipo natural que conduzca espontáneamente y casi de manera inevitable a eso. En la película The East la protagonista le pregunta al líder de un grupo ecologista radical “¿Por qué la pretensión de superioridad moral va ligada a los movimientos de resistencia?”. Cuando las potencialidades del sujeto social se eclipsan pareciera que la Revolución quedara reducida a una simple pero rigurosa ética individual. Eso es religión.

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