2015/12/29

La realidad al revés



En la última película de James Bond, Spectre (2015) se transgreden ostensiblemente las normas de lo que ante un hecho similar ocurre en la realidad. Ante la reestructuración de los servicios de inteligencia británicos, el nuevo jefe determina dejar cesantes a todos los agentes 00, entre ellos al 007. Lejos de dimitir Bond se enfrasca en una lucha contra grupos mafiosos, como tarea pendiente que le había dejado su antiguo M (Jefe del Servicio) ya fallecido. Esto lo hace sin ningún permiso de sus ya ex superiores. En la realidad, un Bond despedido, terminaría aportando y sumándose a las mafias. 

2015/12/22

El debut de Macri en el Mercosur

El debut de Mauricio Macri en el escenario internacional, no fue como él lo esperaba. No midió que la participación en una cumbre de presidentes, en este caso del Mercosur y socios, no es lo mismo que ir a la mesa de Mirtha Legrand, en donde se pueden vociferar algunas perogrulladas ideológicas y la señora junto al resto de los comensales (invitados a su medida) le hagan un coro de adulaciones.

Dijo Macri en el Mercosur "Pido por la pronta liberación de los presos políticos en Venezuela. No puede haber persecución ideológica". Antes de asumir como presidente había dicho que iba a pedir la suspensión del país caribeño del mercado común, cosa que después retrotrajo. La respuesta de la canciller venezolana Delcy Rodríguez fue contundente: “Señor Macri, usted está cometiendo actos de injerencia sobre los asuntos de Venezuela, usted está defendiendo a Leopoldo López expresamente, defendiendo la violencia política, porque fueron usadas hasta bazucas en las manifestaciones durante el año 2014 en Venezuela”, dijo, agregando luego que “en Venezuela existen poderes públicos independientes que deben ser respetados con la comunidad internacional, si es que realmente respetamos los principios que fundamentan los principios del derecho internacional público, como la no injerencia en los asuntos internos, la autodeterminación de los pueblos y la igualdad soberana de los Estados”. También invitó al diálogo sincero en el tema de los derechos humanos (DDHH): “Si vamos a hablar de DDHH de forma franca como lo pidió el presidente Macri, tenemos que hacerlo sin doble moral. No podemos hablar de DDHH para defender a los violentos causantes de terrorismo y para penalizar o criminalizar las protestas sociales”.

Lo que Macri obvió, y seguramente no por desconocimiento es que Leopoldo López, presunto preso político, en su expediente figuran: instigación a delinquir, intimidación pública, daños a la propiedad estatal y homicidio intencional calificado. El presidente argentino llegó a una instancia multilateral con los mismos brincos con los que lo hacía el ex presidente colombiano Álvaro Uribe. No está de más recordar que el actual mandatario colombiano Juan Manuel Santos enrolado sin dudas en un perfil ideológico de derechas, entendió perfectamente cómo debían ser las relaciones entre países vecinos, y rápidamente restableció la diplomacia con Venezuela y Ecuador, y se sumó al bloque suramericano con verdadero espíritu de  confraternidad. La famosa “confrontación” y división de los argentinos que Macri le reprochara al gobierno saliente, es pareciera lo que él lleva al escenario internacional.

Lo que se espera en la Argentina es que los dichos del presidente de que no haya “persecución ideológica” se cumplan. No sea cosa que algún mandatario pida luego que la Argentina sea excluida del Mercosur

2015/12/19

La revolución abstracta

¿Por qué un bando puede derrotar a otro? Si se busca un argumento científico, es necesario ir a las leyes de la guerra, esbozadas por alguien como Clausewitz,  por ejemplo. Una fuerza para triunfar debe contar con un superior balance material, y también moral, a su favor. Lo que se desprende de ahí es válido para poder esbozar una teoría de la revolución proletaria. Tanto Marx, Engels, Lenin o Mao para poder plantear los cambios nunca descuidaron este factor. Lo que llama poderosamente la atención es que algunos marxistas, supongan de antemano que el proletariado tenga un balance de fuerzas favorable, para derrotar a la burguesía. En proposiciones como ésas se desprende automáticamente que el socialismo tarde o temprano llegará. El proletariado va a triunfar porque es superior tanto cuantitativa como cualitativamente a su oponente social, sostienen. Sin dudas cuando Marx y Engels escribieron el Manifiesto, esto era más o menos así. No tanto cuando triunfara la revolución del ‘17, ya que sin la alianza obrero- campesina no hubiera alcanzado. Mucho menos en la revolución china donde la mayor parte eran los campesinos. Más allá de las clases participantes, todas fueron revoluciones proletarias, ya que fueron hechas de acuerdo a un programa basado en la hegemonía proletaria. La hegemonía a diferencia del bonapartismo, implica una alianza de clases en la que una de ellas lleva la conducción estratégica. Todo se realiza de acuerdo a la visión de esa clase. La visión que esa clase les ofrece a otras de acuerdo a sus postulados e intereses. Los actuales sistemas dominantes no distan de ello. La burguesía tiene respuesta para las diferentes clases subordinadas, que son acatadas por el consenso social y ello a su vez, es legitimado ideológicamente. En el bonapartismo alguien se coloca por encima de las clases y las unifica. Es diferente.

Un buen DT de fútbol, además de saber con qué rival se enfrenta, debe conocer con qué cuenta como fuerza propia. De ahí debe desprender sus tácticas como la estrategia. A veces da la sensación de que algunos grupos de izquierda creen que cuentan con el mismo escenario que el que Marx y Engels tenían ante sus ojos en 1848. Olvidan que la burguesía no se mantuvo inmóvil, y que desarrolló desde ese momento una extrema lucha de clases contra el proletariado. Lo hizo desde el poder, cosa que es mucho más fácil. Muchas de las posiciones que se dicen proletarias están cooptadas por el enemigo al que suponen enfrentar.

2015/12/12

¿Quién es el sujeto social del kirchnerismo?


Tras doce años de kirchnerismo, no son pocos los que intentan dar cuenta de quiénes fueron los principales sujetos sociales a los que el gobierno saliente pudo movilizar y conformar como base principal de apoyo. En primer lugar citaremos dos notas publicadas en la fecha.

En un artículo de La Izquierda Diario denominado: Mauricio Macri: discurso poshegemónico y nuevo “cesarismo” escrito por Fernando Rosso y Juan del Maso, los autores señalan que "El kirchnerismo fue, a su manera, ‘laclausiano’. Frente a una ‘multitud’ que se había expresado en 2001 (bloque social heterogéneo en un contexto de retroceso y debilidad estructural de la clase obrera), buscó recomponer la autoridad del Estado, al mismo tiempo que moldear un sujeto colectivo que a medida que se retiraba de las calles se identificaba como el ‘pueblo’, en los marcos del acceso al consumo y de un discurso que desde arriba se proponía como supuesto articulador de las demandas insatisfechas" agregando luego que "El camino recorrido de la crisis a la restauración se manifestó en el discurso político ideológico con la construcción por el ‘populismo’ de un sujeto ‘pueblo’ (juventud y ‘pobres’) cuya estrategia fue ‘desagregar’ a la clase obrera como posible eje de su propia hegemonía".

 Por su parte Luis Bruchstein en un artículo para Página/12 que lleva como título Cristimacrimáticas, señala con respecto al último acto de Cristina el pasado miércoles que "Fue un acto limpio, con poco aparato y mucha gente que participó sin encuadramiento. El kirchnerismo aprendió de las elecciones: la militancia no tiene que obturar la participación, sino facilitarla. Se vieron pocas banderas de taller y muchos cartelitos caseros, muchas parejas, muchas familias con chicos y muchos grupos de amigos o compañeros de trabajo. Hubo algunos colectivos, pero mucho menos que en otros actos. Y la respuesta de la gente fue impresionante por lo emotiva y por lo masiva".

Vayamos por parte, los autores del portal digital del PTS, sin decirlo, caen en conceptualizaciones de clase no diferentes a lo que hoy pareciera ser el sentido común sociológico, a saber: la existencia de la clase media, y de un sector mayoritario de excluidos. La referencia explícita a la clase obrera en ese marco quedaría completamente desdibujada. Por otra parte intentar definir al sujeto social K haciendo referencia a Laclau, es quedarse a medio camino, y no entender que el kirchnerismo no contó con una teorización homogénea y que ese rol tendría que haber partido principalmente desde la izquierda marxista, no para competir en el juego de la democracia liberal, sino para potenciar un movimiento de masas que encare una transformación social efectiva.

Los autores de alguna forma lo percatan cuando dicen:  En este sentido, el pensamiento ‘poshegemónico’ (de izquierda o de derecha) tiene el problema de haberle creído a Laclau sin percatarse de su ‘picardía peronista’: cantaba loas al giro lingüístico y a Lacan para hacer el peronismo más digerible para los ambientes intelectuales europeos, pero sabía que la única verdad (o por lo menos una parte muy importante de ella) es la realidad de los aparatos y las fuerzas materiales: PJ, policía y sindicatos estatalizados y totalitarios”. Pero entran en contradicción cuando dicen que con la conformación de un sujeto constituido por jóvenes y pobres, la estrategia fue intentar desagregar a la clase obrera como posible eje de su hegemonía.

Si nos ubicamos en un bloque de fuerzas sociales en las cuales la clase obrera debe hegemonizar al conjunto, conviene señalar que eso no se logra con los “sindicatos estatalizados y totalitarios” sino con una organización política marxista leninista que pueda conducir a todos los otros sectores de la sociedad. Esa idea, no cuadra con el ideario trotskista que sólo pretende un frente de clase, ya que a lo otro lo considera frentepopulista (conciliación de clases). La conformación del FIT y el rechazo a expresiones progresivas latinoamericanas como la que lleva adelante Evo Morales en Bolivia dejan bien en claro que su política no es otra que el aislamiento. Vale señalar que no se trata de unirse a otras clases para ir a la cola de ellas, sino que los trabajadores deben conducir esos procesos. En esto el trotskismo no entiende el concepto gramsciano de hegemonía, y lo confunde con el bonapartismo. Tal vez en eso coincidan con el investigador canadiense John Beasley-Murray, a quien se refieren en la nota "La hegemonía no existe, ni nunca ha existido". El peronismo histórico no desagregó a la clase obrera, todo lo contrario, la incorporó como su columna vertebral. Si le hubiera temido a la hegemonía obrera no lo hubiera hecho, pero sí se predispuso a disputarles la conducción del movimiento a los sindicalistas como Cipriano Reyes. Es bueno señalar como lo hacía Julio Godio, que el peronismo no fue una fuerza populista sino nacional- laborista.

 El problema actual es que la clase obrera no está conformada ni socialmente ni políticamente en una fuerza que pueda sostener un proceso de cambio, o que de forma homogénea pueda alinearse a fuerzas heterónomas, como lo había hecho durante el primer peronismo; aunque vale señalar que fue el propio kirchnerismo quien recompuso bastante la estructura obrera de clase, no sólo por la creación de puestos de trabajo, sino también por la política que llevó adelante desde el Ministerio de Trabajo, restaurando las paritarias y los convenios colectivos.

Si los “jóvenes y los pobres” aparecen como sectores proclives a constituirse en “sujeto populista” habría que señalar que los sujetos sociales nunca son producidos artificialmente, sino que son el resultado de la dinámica político- social, en la cual la economía es determinante en última instancia. Los autores no tienen en cuenta que ambos sectores son justamente parte de lo que se aglutina mediante aparatos, y que si hay un actor relevante del kirchnerismo, es particularmente ese sector de “la clase media” que como bien señala Bruchstein son los que fueron a la plaza en familia, grupos de amigos o compañeros de trabajo. Si nos mantenemos en definiciones como la de “clase media” no notaríamos que entre esos grupos hay una masa crítica de trabajadores muy importante, no encuadrada ni sindicalmente ni en estructuras partidarias. Eso es lo nuevo que generó el kirchnerismo, y que si hay que hacerle algún reproche es no haberle dado contención orgánica. Porque es verdad, lo que primaron fueron “los aparatos y las fuerzas materiales”.

De todas formas habría que seguir desarrollando estos conceptos, ya que tal vez ese sector medio de la sociedad no sea más que el cacerolero de 2001, que participaba de las asambleas barriales, el de “piquete y cacerola, la lucha es una sola”, y no el desvirtuado cacerolero de derecha surgido recientemente. Además las extracciones de clase de ambos difieren. También hay que considerar un nuevo actor proletario que es el trabajador autogestionado, que cada vez tiene mayor relevancia, y que esperamos pueda seguir desarrollándose. 

2015/12/09

Optimismo de la voluntad


Ante la actual coyuntura sería muy fácil parafrasear al Chapulín Colorado y decir “Qué me sigan los buenos”. Lo nuevo es que hoy, hay mucha gente piola y “común” (dirían los “buenos”) que se puede sumar a algo bueno y nuevo.

Eso se percibe en las calles, también que, hay un resurgimiento “fascistoide” entre gente que no cuaja con eso, lo que hace que esa primavera dure muy poco. “Optimismo de la voluntad”

2015/12/06

Sobre el dogmatismo

El dogmático está imbuido de lo general, y quita de encima las particularidades. Mira hacia ese horizonte que las construcciones edilicias ya no le permiten ver, y en el eclipse de una mirada que no puede extenderse en el espacio, encuentra su destino. En ese sitio inexistente se sitúa el concepto. Entre medio de los dos, en el recorrido de la mirada, todo es despreciable para la comprensión de lo que se afirma discursivamente. Ese lugar despreciado es ocupado por otra cosa. El vacío siempre tiene efecto de embudo, siempre atrae lo que necesita encontrar un sitio para poder ser. Tal vez pueda mirar el horizonte en el mar, pero éste ya estará convertido en fetiche. Tampoco importa demasiado lo que haya entre medio de ese horizonte y el lugar desde donde se lo ve. La mirada hacia el horizonte del mar o el desierto, es como mirar las estrellas. Entre medio habrá incesantes repeticiones espaciales invisibles o de ínfima importancia. Aunque algunas veces puedan aparecer elementos en el trayecto. Siempre serán de gran atención, porque rompen con la ilusión del vacío.

Siempre se trata de lo mismo, la dificultad de articular la interrelación entre lo particular y lo general. Una dialéctica difícil, si de lo que habla lo general no es precisamente el sentido común. La cotidianeidad para éste último ya está englobada, vive ahí. Por esta razón dejarla de lado significa regalársela, entregársela en bandeja.

Pero para el dogmático no importa la cotidianeidad. Al menos no la tiene en la agenda de los observables. Todo lo que deviene de ella, tiene el mismo valor que el que le daba Platón al mundo sensible. De esta forma lo palpable queda fuera del plano conceptual y por ende queda capturado por la ideología dominante. De esta forma es posible que un dogmático lleve una vida del estilo propio a lo que supuestamente combate. Porque en verdad eso no cuenta.

 El dogmatismo es reduccionista, y supone que la inmensa variedad de elementos materiales existentes, pueden alinearse o realinearse a partir de una simple acción mecánica. Lo real es una totalidad en la cual es posible encontrar espacios en los cuales existen desarrollos relativamente autónomos. Por esta razón es que existen diferentes campos científicos y la interrelación entre ellos nunca resulta simple.

El dogmático en su fuero interno sabe que lo que sostiene no se condice con lo que vive, pero se aferra obsesivamente a ello como el teísta. El dogmatismo antistémico es en verdad una herencia del sentido común, debiera ser una escansión, un momento hacia otro abordaje de lo real. Pero si eso es lo que debiera ser, nada demuestra que eso ocurra, ya que como tal tiene un lugar privilegiado. Es necesario para la reproducción de lo existente. Sirve para privarse de conocer una parte de lo real, y hacer de ese desconocimiento un lugar incierto.

2015/12/03

La economía social

Pienso que la economía social, las empresas recuperadas, las cooperativas de trabajo, y todo ese espectro social van a ser un gran bloque de la resistencia. Lo pienso como germen de una economía alternativa aunque el tiempo que viene no sea del todo favorable. La economía social sigue siendo el saldo organizativo más importante de lo que va de este siglo. Es la prosecución de lo mejor de la resistencia al neoliberalismo en los '90. Por eso banco a muerte a la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo de la Argentina (CNCT) y las Fabricas Recuperadas Por Trabajadores

2015/12/02

La coyuntura y el activismo virtual

A partir de saber que en la Argentina se iba a producir el balotaje, se produjeron interesantes debates políticos e ideológicos. No tanto en relación a las fuerzas implicadas en el mismo, sino principalmente en el más amplio espectro de lo que se denomina izquierda. Pero también, es oportuno señalar que una masa crítica nada desdeñable de kirchneristas sin organización, o al menos, no pertenecientes a los sectores con más aparato -como puede ser el Partido Justicialista- se fueron dando cita en el espacio público para debatir con la ciudadanía sobre los logros de la gestión que -tras 12 años- culmina el próximo 10 de diciembre.

 Las redes sociales son el lugar privilegiado para todos esos debates, pero bien vale señalar que hoy ese lugar, no puede desdeñarse como lo vinieron haciendo muchos dirigentes políticos más bien atados a una práctica, ya casi obsoleta. Si es verdad que “la gente” en las elecciones apostó a “lo nuevo”, hay que entender que lo que sucede en las redes sociales es parte de la novedad.
Entonces lo que habría que delimitar con mayor precisión es cuáles son los límites que le imponen las redes sociales, tanto a los debates como a la militancia práctica, entendida en un sentido más tradicional. Esto conlleva una importancia superlativa, cuando ese activismo virtual no se realiza desde esferas de poder, ya sea éste político o económico. En términos cuasi informáticos se podría aseverar que la acción virtual es una gran productora de software, pero tiene como límite la propiedad del hardware. Las principales estructuras políticas, y sus fuentes de financiamiento siguen estando atadas a propietarios tradicionales, por más que se haga uso extensivo y repetitivo del sintagma “lo nuevo”. Esto principalmente en cuanto a la incidencia real en las esferas principales de la sociedad política y de las decisiones de importancia.

Desde el conflicto con el campo, el kirchnerismo comenzó a sumar una masa bastante importante de adherentes espontáneos, que nunca encontraron un lugar propicio como para unirse orgánicamente. De tal forma esa masa fue desarrollándose inorgánicamente, ya que los PJs comunales nunca lograron atraerlos. Tampoco representaban lo que esa masa crítica buscaba.  Lo que pudiera suceder en lugares como la ciudad de Buenos Aires fue más propio de microclimas que de una realidad efectiva.

En cuanto a los debates conceptuales, principalmente en el seno de la izquierda, las redes sociales no permiten que todo ello supere la declamación de principios. Y si hoy aún asistimos a una crisis del pensamiento teórico, es posible que las redes no hagan más que generar malos entendidos. Mucho más cuando toda la ingeniería conceptual del Establishment, principalmente anclada en la esfera universitaria, pero apuntalada desde organizaciones no gubernamentales, no hacen más que promover modas intelectuales, que muchas veces aparecen como progresivas o libertarias, pero que en la práctica no sirven más que para generar mayor dogmatismo ideológico. 

2015/12/01

Sandeces


Y si Stalin no fue tan malo, y Trotski no tan bueno, no se abriría una hiancia por donde los ultraliberales ya no podrían justificar el fin de la historia, de las ideologías y todas esas sandeces. Ayer escuché a una persona que me decía que Venezuela es un desastre, una porquería. Pensé que era un férreo derechista, y no, era trotskista.

2015/11/29

"Yo no lo voté" Ehh

Hoy pareciera un lugar común tirarles el fardo de lo que pasa (o puede pasar) a todos esos que votaron a Macri. También ya pasó con los que votaron alguna vez a Menem. De ahí después salen frases como “Yo no lo voté” queriendo excusarse. La decisión de votar a alguien no es el resultado de mi elección voluntaria y consciente. Pensar eso es convalidar el cahamuyo propio del liberalismo democrático. En todo caso los que suponen tenerla clara deberían haber formado la opinión de los equivocados o aceptar que se utilizaron métodos equivocados. Las decisiones políticas populares son el resultado de operaciones complejas, no de la acción individual.

2015/11/28

¿Alguna vez se podrá?

A lo largo de la historia de la Argentina, con la salvedad de algunas coyunturas y procesos fugaces, nunca se pudo vivir colectivamente de una forma óptima. La dependencia, el atraso relativo, el desarrollo desigual, las interrupciones, la sensación de que nada es para siempre; muy propio de la realidad continental; nos aleja considerablemente de un modelo capitalista como el que siempre nos quisieron imponer desde las grandes metrópolis. Un modelo que es principalmente ideológico, porque no se condice con la realidad en la cual estamos insertos. Más allá de cualquier narrativa revolucionaria, lo que siempre empujó a las grandes masas argentinas a luchar, fue el de pretender ese modelo del bienestar capitalista. Los lapsos fugaces de nuestra historia hicieron de esa ilusión su principal paradigma. Si bien uno desearía la ruptura del orden capitalista para comenzar a construir una nueva sociedad que aspire a ser de iguales, esas coyunturas especiales señaladas pueden haber producido aunque sea una ilusión de mínima, que si se hubiera producido nos permitiría soñar con más. Ni el peronismo del 45- 55, ni el del 73-76, ni el retorno de la democracia, ni tampoco el kirchnerismo en 12 años, pudieron revertir la estructura dependiente del capitalismo argentino. Es decir poder dar vuelta un modelo productivo principalmente exportador de materia prima, por otro de sustitución de importaciones de productos manufacturados e industriales, que termine con una estructura agraria primitiva y pueda desarrollar una pujante industria. Nunca pudimos salir del lugar que los imperios nos asignaron en la división internacional del trabajo.
La pregunta que subyace, es si alguna vez se podrá. La respuesta a ese interrogante la tienen las grandes masas populares argentinas, pero convengamos que hace falta además un interlocutor válido para ello, que pueda funcionar como un intelectual colectivo que sistematice todas las experiencias realizadas, y que ello le permita al conjunto pararse de otro modo.

2015/11/26

¿La apuesta de Macri es contra Venezuela?

Si existió un aspecto bastante interesante en cuanto a la política de comercio exterior de la República Popular China en los tiempos de Mao, fue que esa nación comerciaba con todas las naciones del mundo o al menos eso intentaba. Lo que ellos no comerciaban con cualquiera era lo concerniente a armamentos. En eso se diferenciaban de la ya desaparecida Unión Soviética que sí les vendía armas a países en donde gobernaban lo que para ellos eran burguesías nacionales progresivas, pero no tenían por su parte relaciones comerciales fluidas con el resto de las naciones. La política de comercio exterior siempre que le dé ventajas a un país, en tanto posibilidad de adquirir lo que no se puede producir localmente y exportar en condiciones favorables, no debe tener como límite los presupuestos ideológico- políticos de las naciones entre las cuales se comercia. La dictadura cívico- militar argentina en tiempos de Videla y Viola tenía como gran destino comercial a la ex URSS  en cuanto a la exportación de granos. A nadie se le ocurriría suponer afinidades ideológicas entre dichas partes. La existencia actual de un clúster económico como son los BRICS, no supone necesariamente coincidencias de tipo ideológico, sino razones económicas como contar todos esos países con la característica de ser las principales economías emergentes del planeta. Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica tienen antes que nada coincidencias económicas, sabiendo que una competencia furiosa entre ellos los llevaría a una hecatombe.

Esta pequeña introducción es para comprender parcialmente la posibilidad efectiva que el presidente electo de la Argentina Mauricio Macri cuenta  para lograr la suspensión de Venezuela del Mercosur. En todo caso también poder leer entre líneas qué es lo que se intenta hacer con ello. El Mercado Común suramericano, tiene dos socios principales. Sin Brasil y Argentina sería poco probable que tuviera supervivencia en cuanto a su razón principal., que es ser una zona de libre comercio y cooperación económica entre partes. Está integrado como ya se sabe además de los dos grandes gigantes continentales, por Uruguay, Paraguay, Venezuela y Bolivia (en proceso de adhesión). De todos esos socios sin dudas están los que tienen un valor significativo por ser grandes proveedores de energía además de Brasil y la Argentina.

Excluir a Venezuela se basa en prejuicios ideológicos y no en razones económicas, pero también atenta contra la excelente relación con Brasil, que no solamente es un socio comercial privilegiado de nuestro país en cuanto a la región, sino como lugar de apertura a las economías emergentes del mundo. El problema es si el intento de excluir a la nación bolivariana no lleva implícito debilitar las relaciones con Brasil. 

Resulta igual saber si en realidad no es todo esto, una mera apuesta propagandística de Macri; mucho más teniendo en cuenta que su padre es el principal empresario argentino con ligazón a los negocios con la economía china, que tiene en Brasil a su principal socio comercial de la región.

2015/11/23

Berisso y la curva descendente del peronismo

Berisso es parte de la 3ra sección electoral de la provincia de Buenos Aires. La misma aporta 18 diputados provinciales y 9 senadores provinciales. Según el último padrón electoral (2015) está compuesta por 4.132.955 electores habilitados para votar en 11.905 mesas, resultando ser así poco más de 1/3 del total de la provincia. Comprende 19 partidos: Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Berisso, Brandsen, Cañuelas, Ensenada, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, La Matanza, Lanús, Lobos, Lomas de Zamora, Magdalena, Presidente Perón, Punta Indio, Quilmes y San Vicente.

Esta sección comprende el sur del conurbano bonaerense y el Gran La Plata. Es la región del país con mayor concentración poblacional. Se extiende al sudeste de la ciudad de Buenos Aires hasta Punta Indio, y salvo La Plata, integra a todos los municipios señalados.

Vale señalar que existe un proyecto de sumar a los distintos municipios del Gran La Plata a la sección octava, pero esto aún está lejos de producirse. De tal forma Berisso, Ensenada, Magdalena, Brandsen y Punta Indio formarían la renovada sección electoral junto a La Plata.  

Berisso y Ensenada son los dos municipios regionales con mayor afinidad a los que integran la región ribereña del conurbano sur, tanto por composición social como política. Aunque lo que se intentará mostrar en lo que sigue es que Berisso está quedando aislado de eso, y pareciera acercarse a municipios en los cuales prima una estructura más agropecuaria y con pasado radical.

En las elecciones realizadas el pasado 22 de noviembre, de la extensa Tercera sección electoral, el candidato Daniel Scioli del FpV solamente perdió en Berisso, Lobos, Magdalena, Brandsen y Punta Indio. En los otros 14 distritos se impuso el FpV por gran mayoría.

Lo significativo, y que marca una extraña excepción es que Berisso siendo la cuna del 17 de Octubre del ’45, este año perdiera por primera vez la intendencia y en el balotaje haya tenido a Mauricio Macri como el candidato más votado.

2015/11/19

Lenin y la herencia populista

¿A qué herencia renunciamos? Se preguntaba Lenin en el texto de idéntico nombre publicado a principios de 1898, pero escrito el año anterior durante su exilio en Siberia. También hacía hincapié en la herencia a la cual no renunciaban los marxistas rusos de la década del '90 del Siglo XIX.

En el texto de 1897, Lenin comienza citando a Mijailovski, quien ese año había afirmado en un artículo periodístico que los materialistas dialécticos rusos no deseaban tener ningún vínculo de continuidad con el pasado y decididamente renunciaban a la herencia, a saber la de las décadas del ’60 y ’70 del Siglo XIX.

Según Lenin esa falacia acerca de la renuncia a la herencia por parte de los discípulos rusos no había sido un invento de Mijailovski, ya que anteriormente a él, lo había dicho la mayoría de los representantes de la prensa liberal- populista de Rusia. En la medida que “los discípulos fueron desarrollando sus puntos de vista en la literatura rusa” y “cuanto más exhaustiva y detalladamente se fueron pronunciando sobre una serie de problemas teóricos y prácticos” señalaba nuestro autor, a los adversarios se les fue poniendo cada vez más difícil poder refutarlos y por tanto, apelaron a realizar diferentes invenciones con el único propósito de desacreditar a los incipientes marxistas rusos.

Lenin precisaba en su texto que con la supuesta renuncia a la herencia, se pretendía señalar que de esa forma, los marxistas producían "una ruptura con las mejores tradiciones del mejor y más avanzado sector de la sociedad rusa", rompiendo con el hilo democrático, y muchas otras falacias.

En tal sentido lo que Lenin intentaba señalar con fuerza es la necesidad de realizar una crítica científica de los errores conceptuales de la herencia, pero no invalidándola. La absurda idealización del pequeño productor agropecuario, la percepción romántica acerca de las diferentes corrientes del pensamiento social, no entendiendo que ellas estaban determinadas en última instancia por el flujo económico; eran algunos de los aportes críticos de los discípulos a la tradición populista, que tampoco identificaba el carácter progresivo del capitalismo ruso de entonces.

Lenin en la introducción al texto realizaba una aclaración, y es que no tendría ningún sentido que su exposición quede eximida de ofrecer pruebas concretas acerca de cómo refutar  las acusaciones de la prensa liberal- populista. En tal sentido se limitaría a analizar la “herencia” solamente en sus aspectos económicos y sociales, sin entrar en los problemas filosóficos, literarios y estéticos.

En el primero de los cinco capítulos del escrito, Lenin hace referencia a “Uno de los representantes de la ‘herencia’”. Allí hará una descripción de los escritos de Skaldin realizados entre 1867 y 1869, que llevaron el nombre de En una perdida aldea y en la capital. Allí expondrá las diferencias de ese autor con respecto a las posiciones de los populistas frente a los problemas suscitados a partir de la reforma campesina ocurrida durante los ’60. Lenin puso énfasis en los planteos sensatos del autor oponiéndolos a los relatos melosos de los populistas, valorando que Skaldin no intentara engañarse a sí mismo, ni cayendo en idealizaciones acerca de la realidad de su tiempo. Skaldin era un burgués. Lenin no dejó de señalarlo, pero reconociendo que el desarrollo objetivo del capitalismo en Rusia, y principalmente en el campo, le daba a Skaldin mayor cercanía a la realidad objetiva que las idealizaciones que en torno a ello hacían los populistas. En tal sentido Lenin era categórico cuando señalaba que “los discípulos no se lanzan contra la herencia sino contra los aditamentos románticos y pequeño burgueses que los populistas hacen a ella”.

Vale señalar al respecto que las principales diferencias de Lenin con los populistas eran de interpretación y caracterización del proceso que se venía desarrollando en Rusia. Hay que señalar que su hermano mayor Aleksandr Uliánov fue un activista populista de la organización Naródnaya Volia (Voluntad del Pueblo) que fuera ejecutado en 1887 por haber realizado acciones terroristas.

En una aclaración realizada posteriormente a la escritura de ¿A qué herencia…? Lenin expresó que se vio imposibilitado de nombrar por razones de censura a quien fue su principal referente de la herencia: Nikolai Chernishevski y por esa razón citó a Skaldin. Chernishevski fue el autor del ¿Qué hacer? de 1862 de gran influencia en Lenin, quien posteriormente iría a titular uno de sus principales textos con el mismo nombre. El libro del 62 tuvo gran repercusión en una cantidad muy importante de militantes políticos y sociales de ese tiempo principalmente del movimiento de los narodniki.

De alguna manera el planteo de Lenin en el texto de 1897 propone un cierto modo de intervención sobre la realidad, un modo de intervención marxista. No se deja de lado la herencia de los movimientos populares, sino que se intenta desarrollar a partir de ellos, una práctica que tenga en cuenta los desvíos ideológicos del movimiento preexistente para profundizar el cauce histórico. Lenin es enfático cuando afirma que los discípulos no rompían con las mejores tradiciones del movimiento popular, sino que le aportaban a él, una visión científica, despejada de idealizaciones, relatos melosos y romanticismos.

Lenin anticipaba uno de sus grandes armamentos conceptuales, la lucha teórica, entendida como lucha por la conducción del movimiento en su conjunto, y que sin más es posible identificar con la visión que Marx y Engels esbozaron el Manifiesto, cuando señalaron que “Los comunistas no forman un partido aparte del resto de los partidos proletarios” pero se diferencian en que “teóricamente cuentan con una clara visión de las condiciones de la marcha y de los resultados del movimiento en su conjunto”.

En la evaluación teórico- práctica del movimiento en su conjunto es dónde los marxistas pueden ir despejando las herencias que en lugar de permitir el avance, implican retrocesos. Cuando Leonardo planteaba la dicotomía en el trabajo artístico entre lo que denominaba “per via di porre” o “per via di levare”. La primera es la que se hace con la pintura por ejemplo, agregando elementos a lo que ya existe, mientras que la otra es quitando de la piedra como en la escultura, para encontrar la forma.

La tarea no es agregar más a lo existente, sino transformar quitando progresivamente lo que se ha vuelto un obstáculo. La herencia no debe renegarse, sino trabajarla a partir de una precisa crítica práctico- teórica. 

2015/11/17

Scioli y/o Macri

Tengo claro que Scioli y Macri no son lo mismo. Me gustaría tener muchos más elementos para saber a ciencia cierta, a qué intereses responde cada uno. Nada de chamuyo como decir al imperialismo o al pueblo, a la Embajada yanqui o a Venezuela; porque no creo que la cosa sea tan literal. No hay que olvidar que en la cena que hizo Macri para juntar fondos para la campaña estuvieron lo de una cámara empresarial chino- argentina. Scioli dijo que al Banco Central le va poner fondos de idéntica institución de Brasil y de los chinos. Macri quiere expulsar a Venezuela del Mercosur y es probable que quiera alinear a la Argentina con la Alianza del Pacífico, aunque su padre hizo grandes negocios con el gobierno representando a los empresarios argentinos en China. Me parece que los más encaminados a mantener relaciones carnales más cercanas con los yanquis parecen ser los de Cambiemos, especialmente la candidata a vice Gabriela Michetti, y la pitonisa Lilita Carrió. Eso no excluye que también dentro del peronismo existan esos sectores.
Voy a votar a Scioli más por la fuerza a la que representa que por él mismo, y porque creo que es posible condicionarlo mejor. Macri es inequívocamente de la derecha

2015/11/16

Los enemigos de la derecha internacional

Vargas Llosa y Aznar
La derecha internacional ha construido 2 enemigos de fuste. Uno es el Terrorismo y el otro el Populismo. En sus apreciaciones siempre habrá vasos comunicantes entre uno y otro, e incluso se los emparentará con el Narcotráfico. La tarea que debiéramos emprender es precisar de la manera más exhaustiva posible, qué significación le da la derecha a esos dos términos. Tal vez se aclararían muchas cosas. Sin dudas no sirve para ello citar a Laclau.
Para una izquierda a la cual le da lo mismo Hugo Chávez que Álvaro Uribe eso no tendría demasiada importancia, aunque a la derecha internacional no le preocupe esa izquierda sino lo otro.
Concretamente: ¿Qué es el Populismo para la Derecha? No para nosotros

2015/11/13

Immanuel Wallerstein y la crisis del sistema- mundo capitalista

Immanuel Wallerstein en una entrevista que le hiciera en 2009 el periódico español Diagonal, afirmaba que para leer correctamente la coyuntura histórica es necesario ver en ella los elementos de continuidad y de ruptura, lo normal y lo excepcional. Según el intelectual norteamericano, en ese año lo normal era el colapso del modelo especulativo, coincidente con una Fase B de los ciclos de Kondratiev, que son los que describen las dinámicas de largo plazo de la acumulación capitalista, mientras que lo excepcional es la transición que desde los ’80 se viene produciendo entre el sistema- mundo capitalista hacia otro tipo de formación histórico- social. La crisis coyuntural se enlazaba así a una crisis estructural, que en los próximos 30 años desembocaría en una salida del actual sistema- mundo. La recesión desatada con la crisis inmobiliaria, a diferencia de crisis anteriores hace colapsar el sistema- mundo vigente, señalaba por ese entonces Wallerstein. Lo que no sería posible definir con ninguna certeza es qué clase de sociedad es la que se vendrá en un lapso de tres décadas. Según IW ella será el resultado de la confrontación entre dos modelos diferentes, con un final abierto, político, que a trazos muy gruesos él identifica como el resultado del enfrentamiento entre “el espíritu de Davos” y “el espíritu de Porto Alegre”.

IW resaltaba en la nota, la necesidad de aprovechar esa transición para construir tanto un nuevo  modelo productivo como civilizatorio, ya que se corre el riesgo global de llegar a un mundo ecológicamente destruido e insostenible en el cual se encuentre en peligro la supervivencia humana.

En referencia a esas afirmaciones es bueno señalar que el interrogante surge en cuanto a cómo será el cambio de sistema- mundo, y si en las coordenadas actuales del capitalismo es posible ver algunos gérmenes de la nueva formación histórico- social. Marx señalaba que cuando aún era predominante el modo de producción feudal, ya habían surgido los cimientos de la sociedad capitalista. La burguesía hizo un recorrido previo a la conquista del poder y la imposición de una nueva formación social. El capital se fue desarrollando paulatinamente en la vieja sociedad.

En la teoría y la práctica del salto revolucionario, desarrollado en primer lugar por Lenin, ya no se trataba de la prosecución de una tendencia que se había desarrollado en la vieja sociedad, sino de un cambio en la propiedad de los medios de producción para desde ahí iniciar un tránsito ininterrumpido hacia la sociedad sin clases. Sí se trataba en todo caso del desarrollo de un sujeto social (el proletariado) que se había desarrollado en la vieja sociedad, aunque en las diversas experiencias revolucionarias lo que se pudo constatar fue que se habían constituido diferentes bloques político- sociales, conformados por alianzas de clases populares, en las cuales el proletariado tuvo la hegemonía, pero nunca fue, la única clase en juego.

Hoy pensar una alternativa teniendo como referencia la dicotomía planteada por Wallerstein, implica caracterizar los elementos tanto revolucionarios como reaccionarios de ruptura con el actual sistema mundo, que sin dudas ya existen y son esas clases sociales y fracciones de clase que tensan las diferentes contradicciones de la actual sociedad; y a partir de ello prever que posibilidad tienen de convertirse en actores protagónicos de las luchas que se vienen. 

2015/11/12

La izquierda ante el balotaje

El balotaje que se realizará el próximo 22 de noviembre generó un gran debate en el seno del más amplio campo de la izquierda. Eso es lo que se percibe en las redes sociales. Suponer que lo que divide la opinión es si votar a Scioli o en Blanco, oscurece la percepción de lo que se debate.

La izquierda, y cuando me refiero a ella lo hago de la manera más amplia posible, hoy se encuentra en una de esas encrucijadas históricas que no se dan muy seguido. Si desde su nacimiento el peronismo representó su principal competidor en relación a la representación de una misma base social, hoy al igual que en 2001, la fuerza política nacida en el 45 se encuentra en una gran crisis.

La izquierda percibe eso y ahí hay que focalizar el debate. Si el voto divide es porque se vuelven a repetir viejos dilemas, como por ejemplo qué hacer con gran parte de la militancia de base peronista y ahora con las expresiones más interesantes del arco kirchnerista. Lo nuevo es también qué posición tomar en relación a las experiencias más avanzadas del continente. La izquierda más abstracta pone en un mismo lugar a los gobiernos de Bolivia o Cuba, con los de Colombia o Paraguay.

Pero principalmente el gran debate es si la izquierda está dispuesta a dejar atrás viejos sectarismos y dogmatismos, que en lugar de acercarla al pueblo trabajador, la dejaron siempre en un lugar de aislamiento; y comenzar un proceso de acumulación que la transforme en una fuerza política de masas y con vocación de poder. Esta situación propicia para la izquierda es invariable gane quien gane en el balotaje. 

2015/11/11

El Sujeto- supuesto- Saber

Trotsky consideraba que Kautsky era el «legislador teórico del marxismo internacional». Eso después lo hizo el PCUS, ahora el trotskismo tras el derrumbe del socialismo real. El marxismo es una ciencia no un Credo.

Grosso modo, Lacan denominó Sujeto- supuesto- Saber a ése que cuando escucha, uno supone que sabe (el analista) Si bien el SsS es un concepto del psicoanálisis, me parece interesante señalar que hay que terminar con todos esos Sujetos supuestos Saber sobre el socialismo, el peronismo y todas las yerbas de la política, todos esos que se erigen en dueños de la Verdad. La ciencia debe desplazar a la religión, la episteme a la doxa.
Las ortodoxias religiosas no pueden explicar ni el gulag, ni Kronstadt ni Urtubey

2015/11/06

Agenda económica de Bolivia en Alemania

Mirarse el ombligo, eclipsa ver todo lo de importancia que existe por fuera de esa mínima percepción. Aunque tal vez los grandes medios de información nos adiestren para sólo ver nuestro ombligo. Es lo que se llama la construcción de los observables. Ver la totalidad es muy complejo, entonces hay que resaltar los fragmentos que se consideran de importancia.

En la Argentina es poco probable que los grandes medios nos informen acerca de lo que sucede en los países vecinos. Mucho menos de lo que sucede en Bolivia. O se mantiene una vieja visión de atraso y pobreza, o se resalta que está conducido por un indígena bolivariano, con lo cual se debiera sospechar que no existe tanta democracia. Idéntica posición se observa sobre Ecuador. Lo que nunca se va a decir es que las dos pequeñas naciones andinas, hoy son dos grandes motores de desarrollo. El crecimiento económico tanto de Bolivia como de Ecuador, es realmente admirable. Lo cual si se compara con la media regional, debiera llevarnos a preguntarnos el porqué de ello.

A lo largo de la semana que termina, el presidente de Bolivia Evo Morales Ayma está visitando Alemania -junto a una extensa comitiva- con la intención de concretar acuerdos de cooperación e inversiones. Vale señalar que la economía teutona, la más importante de la Unión Europea, mira con muy buenos ojos el desarrollo tanto de Bolivia como de Ecuador. Hace tres años el viceministro de Cooperación Económica y De­sarrollo alemán, Hans Jürgen Beerfeltz, de visita a Ecuador, calificó a ese país como “el jaguar latinoamericano al que Alemania está dispuesto a apoyar en este gran salto”, haciendo referencia al cambio de la matriz productiva que impulsa el gobierno de Rafael Correa.  Beerfeltz, destacó en esa ocasión la inversión pública que la nación andina realiza para impulsar su economía productiva, considerando que el modelo de desarrollo que ha elegido el Ecuador está dando resultados sumamente positivos, y recalcó que “el jaguar es el tigre latinoamericano” en alusión directa a los denominados “tigres asiáticos”, hoy principales economías emergentes.

Según informara el jueves, la Agencia Boliviana de Información (ABI), el ministro de Planificación del Desarrollo, René Orellana quien es parte de la comitiva encabezada por Evo Morales, informó que al menos 350 empresas alemanas expresaron su interés de invertir en Bolivia en distintos rubros, entre ellos, turismo, energía e industria. Para los alemanes es de suma importancia la ubicación estratégica que tiene el país andino amazónico.

 "Son varias empresas en el área de turismo, energía e industria, muy interesadas por el hecho de que ocupamos un lugar geográficamente central en América del Sur y podemos constituirnos en un puente de comunicación para facilitar el acceso a mercados", precisó el ministro, agregando que la ubicación geográfica de Bolivia, corazón de Sudamérica, le da una "ventaja comparativa" respeto al resto de los países de la región.


    Por otra parte, informó que  la delegación boliviana cerró un acuerdo por más de 1,5 millones de dólares por ventas de almendra a Alemania. A su vez los gobiernos de Bolivia y Alemania firmaron dos convenios por 43 millones de euros para emprendimientos productivos, agropecuarios y la formación de profesionales en las áreas de energía, gestión de agua y aprovechamiento del litio.  Según el Ministro de Planificación del Desarrollo, Alemania expresó su respeto y admiración por el crecimiento de la economía boliviana, la erradicación de la pobreza, y el liderazgo del presidente Evo Morales. "Es impresionante el recibimiento de Alemania y sin duda un país fundamental en Europa porque tiene un liderazgo indiscutible en temas tecnológicos, económicos, y una fuerte incidencia política en la Unión Europea", señaló Orellana.

El Gobierno boliviano suscribió el jueves además dos acuerdos en Hamburgo, el primero para comprar turbinas del consorcio alemán de electroingeniería "Siemens" y el segundo para la exportación de estaño por un valor de 106 millones de dólares, informó el ministro de Planificación del Desarrollo.

Orellana calificó de importantes los acuerdos con empresas mineras y energéticas, para comprar turbinas para potenciar las termoeléctricas del Sur (Tarija), Warnes (Santa Cruz) y Entre Ríos (Cochabamba).


 “Esas turbinas aprovechan gas que disponemos en Bolivia para generar energía, es una muestra de la tecnología de punta que tiene Alemania", explicó.

    Según datos oficiales, el costo kilowatts instalado en promedio es de 1.000 dólares, sin embargo, con las turbinas de Siemens será entre 850 y 890 dólares, porque son turbinas de mayor potencia, es decir, de 300 o 400 megavatios.

    Según el Ministerio de Hidrocarburos y Energía, Bolivia tiene alrededor de 500 megavatios (MW) de reserva de energía eléctrica, que  perfila al país como exportador de energía en Sudamérica.

    En ese marco, Orellana remarcó que una de las empresas más importantes de Alemania firmó un acuerdo de compra de estaño boliviano, porque es uno de los metales "más puros" del mundo.

    "El estaño boliviano es muy adecuado para producir ciertos enlatados y envases por su calidad y pureza, por eso hay el interés alemán de comprar esa materia", remarcó.


    De acuerdo a datos preliminares, ese acuerdo permitirá exportar al menos 3.600 toneladas de estaño en los dos siguientes años.

2015/11/04

La izquierda divina

Vi una leyenda que dice que hay que rechazar “la Trampa de Votar al Menos Malo”. Respeto a los que van a votar en blanco, incluso pensé hacerlo, pero me asusta que gente que se dice marxista diga “Trampa” ¿Quién hace la Trampa? Acaso creen en algún Dios o genio maligno que nos engaña. Mientras sigan existiendo esa clase de profetas, los sectores populares estarán muy desprotegidos, esa tal vez sea la peor Trampa.

Me extraña que algunos maoístas digan igual que los trotskistas que todo es lo mismo. Al menos ellos fueron un poquito más allá de la dialéctica hegeliana (idealista) y pudieron entender que no es 2 en 1, sino 1 en 2 y que existen diversas contradicciones secundarias, y no sólo la principal.

2015/10/30

Sobre el discurso de Cristina. Una primera impresión

No sé la impresión que tienen los demás, pero me pareció que el primer interlocutor del discurso de Cristina ayer, fue Macri. “Cuando nosotros decimos que algo es irreversible, no nos referimos a la economía, nos referimos a la conciencia que se ha creado en la sociedad de que tienen que pelear para mantener y acrecentar esos derechos” para después decir “Estas cosas no son chiste, argentinos, porque después no puede decir me arrepiento porque sabés qué pasa, te arrepentís vos, pero se jodieron los 40 millones de argentinos”.
Cristina pidió que prosiga el mismo rumbo macroeconómico y señaló “No estamos en un partido de fútbol River-Boca, no estamos en una cuestión de oficialismo y oposición o si soy peronista o radical o socialista, estamos ante la disyuntiva de elegir un modelo de país. El barco necesita los 40 millones de argentinos adentro, con nuestras diferencias, con nuestras diversidades, con nuestras complejidades, pero lo que el barco necesita es que el motor siga andando porque si no, nos hundimos todos”.


Continúa

2015/10/27

Morales Solá y el sentido común

Morales Solá hoy en su editorial de La Nación hace referencia a los resultados del pasado domingo y resalta en particular cuánto le erraron las encuestas a lo que realmente sucedió. Por ejemplo dice que una encuestadora del Pro decía que Scioli ganaba con un margen de 7 puntos. Hasta ahí venía bien, a pesar de su recalcitrante forma de pensar, pero en un momento se le suelta la cadena y asegura que lo que podría haber afectado a las encuestas es lo siguiente: “Puede suceder que en la Argentina haya influido también el miedo de los encuestados hacia un gobierno siempre dispuesto a vengarse, que arrastra la imagen de usar a los servicios de inteligencia para cualquier cosa”. Patético ¿No?

Desde hace rato que pienso que gente que dice esas cosas no están fuera del “relato”, son parte del mismo. Si seguimos así “vamos a ser Venezuela, o Cuba” o en el peor de los casos “México o Colombia”, aunque metamos en la misma bolsa a los Castro y Chávez, con derechistas como Uribe y Felipe Calderón.

Según Gramsci el sentido común es una concepción lacunar y fragmentaria, que convive en la asincronía y la incoherencia. Hay que pulir al más común de los sentidos para que todas esas falacias queden expuestas como absurdas.

2015/10/26

Primera reflexión pos electoral

Ahora cuando el peronismo, muestra su impotencia para construir lo nuevo, queda mucho más claro que si existiera una izquierda que en lugar de utilizar a las elecciones sólo para hacer propaganda política, y colocar algunos legisladores, que hagan crecer sus propios aparatos partidarios; y en lugar de ello planteara alternativas concretas de gestión, en los municipios por ejemplo: sobre el transporte público, la basura, las cuestiones cotidianas… Lo seguro es que esa nueva izquierda tendría grandes chances de gobernar como en medio continente. Mientras se piense que es Revolución o Muerte, y todo lo otro reformismo, se jugará para la derecha. “Cuanto peor mejor”

Hay dos clases de votos, se podría decir. Un voto orgánico, concertado, que se logra por la acción militante directa; y otro que es espontáneo, el ciudadano escoge sólo por lo que conoce a partir de los medios, por percepción de una gestión o por trascendidos. Se podría objetar que en el medio hay muchos grises, pero en definitiva hoy esas son las 2 principales matrices de una elección. Viene a cuento ya que de lo primero, lo que se logra por la acción militante directa, tal vez ello sea solo un mínimo porcentaje. La crisis de representatividad de los partidos políticos fue ahondando esa grieta, y a partir de ahí los candidatos quedan como productos del marketing, y no como representantes de un proyecto. La gestión se convierte así en una acción propagandística sin mediaciones. 

2015/10/17

Faltaría otra vuelta de tuerca

En la actual situación del capitalismo global, lo que tal vez haya desaparecido como alternativa es la ruptura total del andamiaje estructural del sistema, para dar comienzo a una nueva sociedad. Sin dudas, ello es un logro bastante considerable de la estrategia defensiva de las fracciones sociales que para sobrevivir necesitan de la reproducción de la plusvalía. Decimos fracciones en lugar de burguesía, porque es probable que catalogándola de esa forma nos privemos de entender las principales cualidades de ella. Que se haya roto el paradigma de las rupturas, no implica que no se pueda hacer nada por el bienestar de las mayorías. Lo que hay que saber es que lo que sí será posible, necesariamente estará enmarcado en esas coordenadas. Esto tiene singular importancia en la actual realidad latinoamericana.

Hoy asistimos a múltiples tensiones, que en última instancia están determinadas por la contradicción capital- trabajo, pero que por cierta lógica divergente siempre se tensan en planos disociados. Los principales enfrentamientos a nivel planetario se producen entre fracciones que necesitan de la apropiación privada de la producción social. Es así como el tránsito desde la unipolaridad a la multipolaridad no representa más que la agudización de las diferentes contradicciones intercapitalistas. Cambios en las relaciones de fuerzas, formación de nuevos bloques tácticos, búsqueda de ocupación de zonas estratégicas, incremento de la competencia, búsqueda de nuevos liderazgos, irrupción de nuevos actores globales, etc. Esto se produce en simultáneo, con el desarrollo de economías negras (narcotráfico, trata, paraísos fiscales, etc.) que en lo aparente tienen existencia separada, pero que se complementan o son parte de un mismo todo. En ese escenario global cobran vigencia las guerras en lugares estratégicos (Oriente próximo, el Cáucaso), la demonización de ciertas naciones, y el desarrollo de guerras santas como las que se hacen contra el terrorismo y el narcotráfico.

La exacerbación de las tensiones entre fracciones capitalistas es la matriz formal y fáctica de la guerra. Eso es lo que Lenin pudo constatar ante la irrupción de la primera gran guerra europea hace poco más de un siglo, y que fue lo que le permitió -a contramano de toda la marea socialdemócrata de entonces- ver la posibilidad concreta de la ruptura revolucionaria.

Si desde los albores del nuevo siglo en nuestro continente se fueron dando algunos cambios, que torcieron cierta inercia estructural de larga data, fue principalmente por la existencia de un nuevo escenario global, y por la clara visión de algunos líderes, como el desaparecido Hugo Chávez. La insurgencia neozapatista de enero del ’94 ya había inaugurado una revolución molecular en el seno de los diferentes movimientos sociales de la región. Es probable que haya que producir una nueva vuelta de tuerca.

2015/10/12

Road Warrior



La saga Mad Max, que incluye la imprescindible Road Warrior, fue realizada entre fines de los ’70 y comienzo de los ’80. El destino de la distopía ya estaba en marcha. En medio de escenarios posapocalípticos siempre habrá lugares para hacer justicia, lo que tal vez ya no será posible será la redención completa.

2015/10/09

Acotaciones marginales de un trabajo en construcción

Desde las actuales condiciones objetivas: el estado de las relaciones de producción y las fuerzas productivas, no es posible observar ninguna línea tendencial que conduzca a una sociedad más justa. Cuando Marx pudo esbozar desde el materialismo científico, la posibilidad de un modo de producción igualitario (el comunismo) “De cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad”.  Esto se realizaría en un complicado proceso de transición, desde el modo de producir capitalista hasta el comunista, en el cual desparecerían las clases sociales, el Estado y la política. Cuando Marx pudo formular eso, sí existían condiciones materiales para poder llevarlo adelante. Ese tránsito hacia la sociedad de iguales, implicaba una palanca como la dictadura proletaria o socialismo. Tanto Lenin como Mao lo plasmaron en la práctica, y lo pusieron a andar. Que no se haya plasmado en una proyección hacia adelante, merece el más firme compromiso teórico, el gran desafío teórico del marxismo actual. Por igual, desentrañar la existencia de formaciones sociales capitalistas avanzadas en países como China y Rusia.

En los ’90 cuando se proclamó el fin de la historia, y se hizo carne el neoliberalismo, se dijo incontables veces de que el marxismo había fracasado. Vale señalar que no es lo mismo fracaso que derrota. El fracaso alude a algo que se vuelve anodino, que toma la forma de fallido y que por ende no debe pensarse más. Lo que fracasa siempre debiera ser desechable, implica un estorbo, un obstáculo a sortear. En cambio en la derrota, se pueden extraer conclusiones, aunque en ella tendrán cabida todos esos elementos que aluden al fracaso. Incluso en esas derrotas en las cuales se sabía de antemano que sería así, ya que la relación de fuerzas no daba para el triunfo. Quien fue derrotada es la lucha proletaria, pero no el marxismo como artefacto teórico. Quienes fracasaron fueron diversos elementos anclados en la lucha de los pueblos, que se conservaban como obstáculos. Pensar que el marxismo ha fracasado es como decir que tras Hiroshima fracasó la física nuclear. Se podría considerar como un fracaso si no contara con los elementos necesarios para realizar un análisis de la derrota. Si fuera así los profetas de la eternidad capitalista tendrían razón. Ellos además sostienen fervientemente la idea de que el capitalismo es la perfección.

En líneas demasiado generales se podría definir a la teoría marxista como una herramienta más de la lucha de clases, haciendo la salvedad que con respecto a otras concepciones, ésta es científica porque no puede no trazar lineamientos políticos si no es a partir de una determinación de la economía sobre el resto del todo social, siendo ese basamento algo que es determinante en última instancia y que fuera desentrañado con gran rigor científico. En esto hay que ser bien estricto y severo para señalar que a diferencia de otras doctrinas, el marxismo si propuso una sociedad más justa no fue por ningún idealismo humanitario, ni por considerar el bienestar del prójimo. En ello no hay ninguna religiosidad. Marx planteó una salida alternativa al capitalismo a partir de vislumbrar esa posibilidad a partir de lo que tenía enfrente de sus ojos. Tanto Lenin, como Mao o Gramsci también lo hicieron de la misma forma.  

La principal contradicción sigue siendo entre capital y trabajo, pero haciendo la salvedad de que ninguno de esos dos términos puede articularse en un sujeto unitario, que se constituya en consonancia con lo que en el Manifiesto se denomina “Burgueses y Proletarios”. No es que no existan como actores económicos, lo que no tienen ya es un valor de unidad estructural que los defina como fuerza social o política. La sensación de este tiempo es la proliferación de contradicciones secundarias, y que éstas en algunos casos conforman unidades tácticas entre sectores poderosos con desposeídos. Hoy los principales enfrentamientos se producen entre fracciones capitalistas o alianzas conducidas por esas fracciones, e incluso las guerras santas contra el terrorismo y el narcotráfico representan contradicciones intercapitalistas.

Hoy asistimos a la crisis de la reproducción ampliada, ya no es posible hablar de “la” ideología dominante, ella fue balcanizada por el relativismo cultural. Lo que sí se podría tener en cuenta es un cierto matema de la ideología, algún axioma o factor común pero nunca algo que se unifique en sus contenidos. Lo que ha caído es la semántica de la ideología.

2015/09/24

2 noticias de importancia regional. "MarParaBolivia" "PazEnColombia"

Esta semana se conocieron 2 noticias del ámbito suramericano, que no son para desdeñar. Cuentan ambas de singular relevancia. Que en La Habana el presidente colombiano Juan Manuel Santos se haya dado un apretón de manos con el líder de las Farc Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, para fijar un tiempo límite para alcanzar el definitivo acuerdo de paz; y que hoy la Corte Internacional de Justicia (CIJ) haya emitido un fallo en el cual se rechaza la postura de Chile, y abre posibilidades concretas para que Bolivia acceda en corto tiempo a su centenario reclamo marítimo; son dos noticias que generan esperanzas para destrabar cuestiones que vienen desde muchas décadas atrás. La conformación de un bloque regional, no implica solamente que los mandatarios se junten y hagan acuerdos multilaterales, es necesario revertir todas esas trabas estructurales que condenaban a la fragmentación.

Si las únicas excusas que el Imperio tiene hoy para meterse en nuestros territorios son el terrorismo y el narcotráfico, que se dé un pacto de paz en Colombia para que las Farc se conviertan en un movimiento político es un dato aliciente. Hace varios años atrás el comandante bolivariano Hugo Chávez le pedía eso al jefe histórico de la guerrilla Manuel Marulanda Vélez “Tirofijo”.

Los conflictos bilaterales en Suramérica son un lastre que hay que acabar para siempre, si se desea realmente la integración. Si no es palabrería. Un ejemplo válido es la realización de gabinetes binacionales entre algunos países de la región, entre los cuales Ecuador va a la vanguardia. Negarse a negociar la salida marítima al Pacífico, como lo viene haciendo Chile, no dista demasiado de la actitud del Reino Unido con respecto al conflicto del Atlántico Sur. Si en guerras de rapiña se lograron apropiaciones territoriales, lo conveniente es revisar la historia y hacer justicia.   

2015/09/23

Supuestos de izquierda

Algunos supuestos que llevan adelante muchos grupos de izquierda, resultan falaces, si se los examina detenidamente y a los ojos de la teoría marxista.

Uno bastante común es el de intentar intensificar la lucha corporativa de fracciones  de la clase trabajadora o de otros sectores populares. Esto no significa que no se deba dar la lucha económica y reivindicativa de esos diferentes actores, pero suponer que con ello se crean mejores condiciones para la Revolución, no es pertinente. Vayamos por parte. La necesidad de conformar un bloque social hegemonizado por la clase obrera, implica la participación de todos los sectores que previamente deben estar caracterizados como necesarios. En las condiciones actuales del capitalismo tardío, el “proletariado” no es un todo unificado, e incluso se pueden ver diferentes formulaciones acerca de ello. Lo que se debe saber es qué fracción social obrera debe conducir al conjunto. Para ser más precisos, hay que señalar que en la década del ‘40 en la Argentina eso fueron los trabajadores de los frigoríficos, mientras que en los ‘70 los de las automotrices cordobesas. No significa ningún privilegio sino más bien, saber qué tipo de alternativa debe construirse a partir los sectores sociales más avanzados, y que ello dé herramientas para resolver los problemas de todos los otros que participan de un mismo bloque. Ese proceso es dinámico y no cristalizado, por lo cual no se debe leer lo antedicho de manera sincrónica.

En las condiciones actuales, la exacerbación del espontaneísmo economicista lleva indefectiblemente al aislamiento de las luchas parciales, y a que se incremente la concurrencia entre fracciones proletarias y populares. La unidad política de los trabajadores siempre es socavada por la competencia entre ellos mismos, afirmaban Marx y Engels en el Manifiesto. Por esta misma razón se podría afirmar que la principal contradicción en el seno del pueblo trabajador es la que opone concurrencia a unidad o asociación. Engels en la Situación de la clase obrera en Inglaterra, señalaba que el tercer momento de la revuelta proletaria era la asociación. Ello superaba la rotura de máquinas y el ajusticiamiento personal de los patrones.

La idea errónea de suponer que con la lucha sindical indefinida se incrementa el nivel de conciencia es parte de un determinismo abstracto, que identifica un salto de lo social a lo político, con una concepción de la superestructura ideológica como reflejo.
Espontáneamente las masas son conservadoras, al menos en la actualidad. La lucha sectorial la ven con buenos ojos cuando se trata de sus propios intereses corporativos. La lucha de los otros sectores de la sociedad les resulta molesta e impertinente. “Pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad”. 
La lucha social se debe dar sabiendo que es tal. No hay huelga general hasta que la patronal o el gobierno caigan. Los trabajadores en la lucha sindical buscan resolver sus problemas contractuales- corporativos, por eso terminan en la negociación. El salto cualitativo para la construcción de una sociedad de iguales, va por otros andariveles.